La Inteligencia Emocional en el Coaching

por Pablo Saade – Director IIPNL  – Máster Practitioner – Coach & Trainer Internacional

En el proceso de coaching, el éxito o el fracaso no depende únicamente en una correcta aplicación de la metodología. Muchas veces depende de la capacidad de descubrir  qué emociones subyacen tras nuestros pensamientos y comportamientos, y a qué necesidades responden dichas emociones.

¿Cómo relacionarnos con nosotros mismos y con los demás? El desarrollo de la inteligencia emocional nos da algunas claves para responder a esta pregunta.

En nuestros entrenamientos entendemos a la Inteligencia Emocional como la habilidad para identificar y gestionar las emociones, propias y de los demás, discriminando entre ellas y utilizando estos conocimientos para dirigir nuestros propios pensamientos y acciones del modo más efectivo y satisfactorio posible, con el fin de lograr una vida de plenitud  personal y profesional.

A la inteligencia emocional la entendemos como una meta-competencia que nos va a ayudar a sacar mucho mayor rendimiento al resto de nuestras competencias.

El desarrollo de las habilidades emocionales nos sirve para regular nuestros estados internos, para evitar que las desgracias e imprevistos obstaculicen nuestra capacidad de pensar, para motivarnos y persistir frente a las frustraciones, para controlar los impulsos y demorar las gratificaciones, para desarrollar la empatía y la esperanza.

Para ello, como profesionales del desarrollo personal y organizacional, es preciso que apoyemos a nuestros clientes en su propio proceso de Auto-conocimiento, a explorar sus propias emociones, a ser capaces de ponerles nombre, a comprender sus causas y cómo influyen en su pensamiento y en su comportamiento y en efecto a saber intrevenirlas.

Que les apoyemos, en la exploración, puesta en marcha e integración, de técnicas y herramientas que favorezcan la Autor-regulación de sus emociones, tanto positivas como negativas, de formar que aprendan a dirigirlas de manera eficaz y a ser capaces de auto-generar emociones positivas que faciliten el logro de sus objetivos.

Que les facilitemos herramientas que les ayuden a mejorar su Autonomía Emocional, de manera que sean capaces de incrementar su autoestima, auto-motivación, actitud positiva frente a la vida, responsabilidad, toma de decisiones y resiliencia.

Y que los acompañemos en el camino que les lleve a mejorar su Competencia Social, reconociendo las emociones de los demás y mejorando su habilidad para establecer relaciones a través del desarrollo de la empatía, de la escucha activa, de la asertividad, del trabajo en equipo, de la capacidad para resolver conflictos, etc.

En este sentido, el desarrollo de las competencias emocionales del Coachee, juega un papel clave, en el éxito del proceso de coaching. Entendiendo éste, como el logro por parte del coachee de aquellos objetivos que se marque de  un modo efectivo, ecológico y duradero.

Conclusiones

Consideramos que un Coach con habilidades emocionales y que sepa manejar con soltura herramientas de programación neurolingüística podrá acompañar a su cliente de forma más profesional, eficiente, y sobre todo más humana, a gestionar los cambios y alcanzar sus metas y objetivos. Una profesión valiosa es la que da VALOR a sus clientes. La que alivia sus “dolores y necesidades”. En estos días de cambio, las personas sufren, y sus miedos se disparan. la inteligencia emocional en el proceso de Coaching ayuda a desarrollar el auto-conocimiento que ayuda a sentirse equilibrado independientemente de las circunstancias que les toque vivir.

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